Las camisetas, estampadas con documentos originales del mayor narcotraficante de Colombia, fotografías y reproducciones de su firma y su huella dactilar, forman parte de la colección “Poder Poder” elaborada por “Escobar Henao”, la marca textil creada a principios de 2012 por su hijo, Sebastián Marroquín. “Es una autocrítica a la historia de mi padre, y una invitación para que los jóvenes sean conscientes de los peligros que supone ingresar al mundo de las drogas o el narcotráfico”, dijo en una entrevista Marroquín, quien vive en Argentina bajo esta nueva identidad desde hace 20 años junto a su madre y su hermana.
El hijo de Escobar reconoció que no le han faltado las críticas por estas camisetas que muestran al mayor ‘capo’ del cartel de Medellín (Colombia), que causó más de cuatro mil víctimas entre los años ochenta y noventa, según cálculos oficiales. Para Marroquín, estas críticas se deben a “juicios de valor apresurados”.
Sin embargo, para el presidente de la ONG colombiana Corpades, Luis Fernando Quijano, que realiza trabajos sociales en Medellín, mostrar la figura de Escobar no puede ser una buena motivación para los jóvenes, ya que se corre el riesgo de pregonar a un “supuesto héroe” y de que el mensaje “no esté claro”. “Es respetable que (Marroquín) rehaga su vida y sea empresario. Yo llamo la atención sobre que se pueda construir la figura de héroe de alguien que no lo ha sido”, aseguró Quijano.
Estas camisetas se venden a través de Internet en varios países, excepto Colombia, donde las prendas no se venderán, según Marroquín, como “muestra de respeto” a las víctimas de la violencia, algo que para Quijano no supone una diferencia, ya que hay víctimas del narcotráfico “en todo el mundo”. Sin embargo, la confección de las camisetas sí se hace en el país colombiano, donde este arquitecto, de 35 años, aseguró que realiza ayudas sociales.
Escobar Henao ya ha producido 10 mil camisetas, que se venden en Internet y en tiendas de Estados Unidos, México, Guatemala, Ecuador, España y Austria, por precios que oscilan los 60 y los 95 dólares, mientras que también tiene una línea de pantalones vaqueros por 140 dólares. Los diseños muestran distintos documentos del narcotraficante, como su cédula de ciudadanía (carné de identidad), libretas de ahorro y tarjetas de crédito, o una sorprendente declaración de 1973 en la que figura que carece de antecedentes penales, ya que es anterior al inicio de su actividad delictiva.
En los modelos, muchos de ellos que cuentan con fotografías de Escobar se pueden leer mensajes en inglés, con inscripciones como “¿Qué estás haciendo? Piénsalo bien” o “¿Qué piensas hacer con tu futuro?”. Con las camisetas también se ofrece una moneda, en la que aparece el nombre del narcotraficante y su año de nacimiento, y un certificado de autenticidad de la marca. “Es el primer producto que ha utilizado la imagen de Pablo Escobar como un vehículo de comunicación que busca evitar que se repita su historia y crear una conciencia social”, aseguró Marroquín, quien dijo no tener datos sobre beneficios del negocio. “Soy absolutamente consciente del daño irreparable que causó mi padre en la sociedad con la violencia que ejerció o el tráfico de drogas”, agregó el hijo del narcotraficante colombiano.
Para Marroquín, tanto compañías como medios de comunicación han “utilizado” la imagen de Pablo Escobar sin “responsabilidad” y han generado “un mito, una especie de superhéroe sobre el tema de las drogas”, algo que rechaza. “De él aprendí muchos valores que me inculcó a lo largo de mi vida, valores que por supuesto a veces no practicaba fuera del hogar”, agregó. Marroquín ya formó parte del documental “Pecados de mi padre”, dirigido por el argentino Nicolás Entel, en el que relata la historia del narcotraficante y recoge una reunión con los hijos de políticos cuyos asesinatos se atribuyen a Pablo Escobar. (elinformador)