Por segunda vez consecutiva se realizará el gran Encuentro Mundial de Húngaros, habiéndose organizado el primero en junio pasado en la localidad de Balatonlelle, una de los balnearios más destacados del Lago Balaton. Sin embargo, la afluencia y el interés demostrado por el evento hicieron que los organizadores –un grupo de asociaciones civiles sin fines de lucro- decidieran trasladarlo a la capital.
Entre los días 1 al 6 los escenarios del encuentro estarán dispersos por toda la ciudad, ya que la diversidad de los programas así lo requiere: el servicio religioso ecuménico de la inauguración será, por ejemplo, en la histórica iglesia calvinista de la ciudad (Kálvin téri templom), la exposición de artistas plásticos húngaros de occidente en el Palacio Duna (Duna Palota), el espectáculo de gala, así como la muestra de cine de la diáspora en el Teatro Nacional de Cinematografía Uránia y el encuentro de los luchadores de la revolución de 1956 en el Palacio Stefánia (Stefánia Palota), para mencionar sólo algunos de los interesantes eventos que tendrán lugar en el marco del encuentro.
Los días 7 y 8 estarán reservados exclusivamente para visitar la gran Aldea Mundial (instalada en el Centro de Convenciones SYMA), o sea aquel espacio que le brindará a los húngaros visitantes y a sus familiares y amigos de todo el mundo, así como a los húngaros que habitan en el país, la oportunidad de encontrarse físicamente, relacionarse, conocerse y entablar vínculos de amistad, de negocios, o si se quiere culturales y sociales. Aquí se encontararán los pabellones regionales de Europa, América del Norte/Canadá, Latinoamérica, Africa, Asia y Australia/Nueva Zelanda. En cada uno de ellos se presentarán los países y sus moradores, con énfasis en las colonias húngaras que hacen vida en ellos. El pabellón latinoamericano expondrá estampas culturales y sociales de Argentina, Brasil, Venezuela y los demás países donde viven y trabajan húngaros o gente de procedencia húngara. Tampoco faltará –tratándose de Latinoamérica mucho menos podría faltar- el toque musical y gastronómico de las diferentes regiones. Se espera, en definitiva, que el continente se presente con sus mejores galas.
Pero no sólo los pabellones mencionados ofrecerán diversión e información a los visitantes. En el mismo espacio se podrá disfrutar de la calle de la salud, de espectáculos musicales (opereta, rock y música clásica), danzas folklóricas, tómbola, programas infantiles, juegos de la edad media, exposición de productos húngaros (Hungárikum), etc.
Para finalizar con broche de oro, el día 7 en la noche habrá un elegante baile de gala, con orquesta, banquete, show musical y todo lo que se requiere para disfrutar de una noche inolvidable entre amigos, más allá de fronteras y barreras de cualquier índole. Como debe ser!
Alicia Fedor de Diego
Responsable del PabellónLatinoamericano
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