Los primeros días en Asunción me dejaron con ciertas preocupaciones ya que para mi concepción europea era algo preocupante no ver bien claro dónde, qué y cómo voy a trabajar.
Tras una breve estancia en la capital finalmente se cristalizaron las líneas de acción para el futuro. Los borrosos planes tomaron cuerpo en la persona de Rosaura Florentin y Neri Veloso, dos funcionarios y amigos de la ONG Tesâi Reka Paraguay, quienes vinieron a recogernos una noche de jueves, para llevarnos al norte junto a mi compañera la también voluntaria Tereza, de la Republica Checa.
Al final del viaje de unas tres horas llegamos a las cercanías de San Estanislao, concretamente a Punta Suerte, a la sede de la organización, que llegará a ser nuestra casa – en mi caso – para los próximos siete meses. Las largas horas del viaje no pasaron en silencio. Gracias a nuestros compañeros ya teníamos una visión bastante clara sobre las actividades de Tesâi Reka Paraguay, al igual que sobre las posibilidades para hacernos útiles en esa institución.
Al tratarse de una organización que enfoca sus actividades en el ámbito rural, no es sorprendente que la sede se encuentre en un área agrícola, a mitad de camino entre las pequeñas ciudades de Santaní, es decir San Estanislao y Yataity del Norte.
Nuestro alojamiento yace en una zona muy agradable, circundada de pequeñas fincas típicas del área. Las casas generalmente de madera, pintadas de colores vivos y rodeados de arboles de mango, naranja agria o aguacate, tienen una chacra detrás, donde se cultivan plantas de alimentación básica como la mandioca, maíz, o el maní, piña o la banana.
La sede de Tesâi Reka – una moderada aglomeración de edificios y jardines ordenados con muy buen gusto – carece de todo tipo de lujo innecesario pero responde a criterios de funcionalidad al máximo. Aquí llevan a cabo sus laboriosas tareas los funcionarios de la organización.
Las modestas oficinas son bien equipadas, cuentan con cobertura de internet las 24 horas, el alojamiento es limpio y cómodo al igual que los sanitarios.
Tesâi Reka Paraguay cuenta con un pequeño jardín de hierbas medicinales, que nos viene de maravilla a la hora de preparar mate y terere con las hierbas, aquí llamados remedios, muy típicos de Paraguay y por supuesto beneficioso es para la salud.
La cocina es un espacio de encuentro en el que se juntan todos los trabajadores de la oficina a la hora de comer para disfrutar de los sabrosos platos de Ña (doña) Bernarda.
Detrás de la casa pollos buscan grano, a los arboles florecientes les rodean picaflores para saciar su sed de néctar, en breve es un espacio de mucha tranquilidad y en harmonía total con el campo paraguayo que le rodea.