“Hace 10 años que el Gobierno de Estados Unidos abrió la prisión en Guantánamo y ahora tres años desde el 22 de enero del 2009, cuando el presidente ordenó su cierre dentro de 12 meses”, dijo Pillay en un comunicado.
“Aún así la instalación continúa existiendo y los individuos siguen detenidos arbitrariamente, indefinidamente, en una clara violación de la ley internacional”, agregó.
El ex presidente George W. Bush montó el campo en la base naval estadounidense en Cuba después de que las fuerzas lideradas por Estados Unidos invadieron Afganistán para expulsar a Al Qaeda, que realizó los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Ocho prisioneros murieron en Guantánamo, dos muertes fueron atribuidas a causas naturales y el resto fueron clasificadas como suicidios. Muchos detenidos dijeron haber sido torturados y sólo seis juicios se completaron en 10 años.
“Aunque reconocemos completamente el derecho y deber de los estados a proteger a su pueblo y territorio de actos terroristas, le recuerdo a todas las ramas del Gobierno de Estados Unidos sus obligaciones bajo la ley internacional de derechos humanos para asegurar que los individuos privados de su libertad puedan tener la legitimidad de su detención revisada ante una corte”, dijo.
“Cuando existe evidencia creíble contra los detenidos de Guantánamo, deben ser acusados y procesados. De otra manera, deben ser liberados”, agregó. (Reuters)
Obama había planeado mover algunos detenidos a Estados Unidos, pero el Congreso bloqueó el financiamiento de ese plan y restringió todas las transferencias, pidiendo que su Gobierno notifique a los comités de inteligencia del Congreso y garantice que los prisioneros no se involucren en hechos terroristas.
Pillay instó al Congreso a permitirle al Gobierno cerrar el campo.