El Observador: La red como forma de liderazgo

Los movimientos a través de redes sociales vienen en aumento desde hace tres años. Comenzaron en Islandia y luego siguieron en Túnez, Egipto, Turquía, España, Portugal, Grecia, Israel, Estados Unidos, Nigeria, Chile, México, Argentina. Y ahora también en Brasil.

 

En la conferencia “Redes de indignación y esperanza: desafíos en la tercera fase”, llevada a cabo en la Intendencia de Montevideo el pasado jueves, el sociólogo español Manuel Castells explicó que estas manifestaciones “son altamente descentralizadas y muy difíciles de reprimir, porque no tienen un centro”. No hay nadie que las organice. “Hay un rechazo a todo liderazgo, porque hay una desconfianza profunda de todo lo que ha sido delegación de poder. La red es el líder”, aseguró Castells.

Lo que prima en estas manifestaciones es una lógica colaborativa, donde cada uno aporta algo. La asesora de la Subsecretaría de Tecnologías de Gestión del Partido Justicialista en Argetina, María Sol Tischik, dijo a El Observador que “hoy no concentra el poder quien concentra la información, sino el que la distribuye. Al compartir la información, cada uno puede adquirir más protagonismo. El empoderamiento del ciudadano siempre es positivo”.

El contenido de los mensajes no siempre es el mismo. Para la polítologa Sol Tischik, estas manifestaciones “no tienen un trasfondo organizativo e ideológico que los respalde.

No hay un político que pueda canalizar la disconformidad, lo que da cuenta de una crisis política que tienen esos sectores”.  De acuerdo con ella, las manifestaciones son positivas, pero “hay que generar cuestiones que vayan más allá del simple reclamo. El día que se encuentre como factor la construcción, va a ser un salto cualitativo muy grande”.

Antes de que las protestas se hagan visibles en las calles, aparecen en internet. Pero no solo en redes sociales: también los videos publicados en Youtube colaboran con la viralización de las críticas. El sociólogo Manuel Castells afirmó que “no hay nada que movilice más que la visión de una represión policial salvaje”.

Uruguay no está completamente al margen de estos movimientos. Pablo Buela, director de la agencia de comunicación digital PIMON, dijo a El Observador que en Uruguay “se están dando cada vez más brotes” de manifestaciones a través de las redes, “sobre todo con el tema de la inseguridad”.

Sin embargo, “todavía no se ha llegado a la instancia en que generen cambios grandes. El motivo se debe a la “falta maduración de los medios y de la política. No hay centenares de personas que estén aferradas a las redes para ejercer política”, aseveró. (Producción: Carolina Delisa)

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