En un nuevo libro “El Desafío Climático y de Desarrollo en América Latina y el Caribe: Opciones para un desarrollo resiliente al clima y bajo en carbono” se estiman los costos netos adicionales para la reducción de emisiones asociadas con cambio de uso del suelo, energía y transporte-lastres fuentes principales de emisiones de gases de efecto de invernadero en América Latina y el Caribe (ALC).
La descarbonización del 97 por ciento del sector eléctrico para el 2050 requeriría US$66.000 millones en inversiones anuales netas. Por su parte, la reducción de un 50 por ciento de las emisiones originadas en la agricultura para el mismo año tendría un costo estimado de US$10.000 millones anuales, mientras que los gastos adicionales proyectados para la electrificación generalizada del sector del transporte durante el mismo período ascienden a US$30.000 millones al año.
Modificar la curva de las emisiones con el fin de lograr metas globales de estabilización del clima para el año 2050 y prevenir pérdidas y daños aún mayores vinculados con el cambio climático exige realizar esfuerzos de mitigación que afectan tanto el cambio en uso del suelo como el consumo de energía. Tales esfuerzos implican cambios considerables en la estructura de las economías de la región y en los patrones de uso de los recursos naturales.(BID)