Esos se convirtieron en trending topic en Chile, además de constantes comentarios y fotos en otras redes sociales. La serie comenzó en 2003, bajo el alero de la productora Aplaplac, de Álvaro Díaz y Pedro Peirano –guionista de la cinta nominada al Oscar, “No”. Fue transmitida entonces en TVN, el canal estatal chileno. Planteada como una parodia a los noticiarios “serios” que ven los adultos, 31 minutos se convirtió en gusto de chicos y grandes.
“Yo nunca vi televisión porque es muy fome (aburrida, en chileno popular), yo prefería estudiar y hasta leer. Pero mi padre que es un loco y vende teles para mi santo me vendió un televisor. Y descubrí un mundo nuevo y fácil que estaba en la televisión. No necesito amigos que me amen, es la pantalla la que cumple esa función”, dice la canción más conocida y telón del noticiario “31 minutos”, base sobre la cual se construye el programa de títeres.
Éste nació como reacción a una industria televisiva “basura”, según sus creadores, convirtiéndose en una alternativa educativa, al mismo tiempo que entretenida.
La versión chilena de Mafalda
Uno de los principales componentes del show de títeres es el humor. El festival de Viña del Mar no fue la excepción. Al contrario, sus creadores aprovecharon el espacio para parodiar tanto el festival como sus referentes culturales.
El show para el certamen, o festival de “Tri-Viña”, como lo presentó Tulio, contó con un jurado integrado por personajes que prometían ponerle “Viña” o “Gaviota” a sus hijos, una parodia al comentario que en 1981 hizo Julio Iglesias sobre el escenario de la Quinta Vergara: “Si tengo un hijo, le pondré Chile”.
Otro de los títeres, Mario Hugo, le pidió a Patana “escuchar la voz del pueblo”, recordando el famoso episodio cuando el cantante venezolano José Luis “el Puma” Rodríguez permaneció 15 minutos en silencio mientras el público pedía que le entregaran un premio, en pleno gobierno militar.
Hasta Mario Kreutzberger, Don Francisco, fue parodiado por uno de los muñecos, que dirigió un evento en alusión a la Teletón, famosa transmisión televisiva chilena que busca juntar fondos para los discapacitados.
El éxito fue rotundo. Y un puñado de muñecos fueron los primeros seres no humanos en recibir todos los premios del certamen, incluida la Gaviota de Oro, el máximo galardón.(BBC)