Según los expertos quedarían dos etapas para concluir los acuerdos sobre la inversión. En el cuarto segmento de las negociaciones se finalizarían los acuerdos y se aprobaría el proyecto de ley sobre la inversión, mientras la última fase se concluiría con la construcción de la planta.
El proyecto ha provocado rechazo y protestas por parte de numerosos movimientos sociales paraguayos, temiendo que la instalación de la fundición de RTA conduciría a devastadoras consecuencias tanto ambientales como económicas.
Punto central de la cuestión es el precio de la energía eléctrica ya que uno de los mayores atractivos para RTA es la abundancia de energía a disposición en el Paraguay producida por las grandes hidroeléctricas como Yacyretá e Itaipú.
Las discrepancias surgieron después de conocerse un estudio técnico que recomendaba un precio para la energía de entre 28 y 38 USD por megavatio/hora, en cambio el viceministro de Minas y Energía en el 2011 dijo que la tarifa no debería ser inferior a los 60 USD.
La primera propuesta de RTA que se presentó hace 3 años había sido rechazada por dos consecutivas audiencias públicas. La primera decidió no subsidiar el precio de la energía eléctrica que compraría RTA, mientras la segunda consideró estelar la cifra que gastaría el país en la infraestructura que requiere la presencia de la fábrica por lo que el proyecto había sido desechada. El presente equipo negociador del gobierno parece estar ignorando las recomendaciones de sus predecesores.
Rio Tinto Alcan pretende hacerse con un 50% de la energía eléctrica producida en el Paraguay para abastecer su fundición de aluminio. Aunque el país guaraní actualmente goza de suficiente sobreproducción de electricidad para garantizar al RTA ésta cantidad, en un plazo de 30 años las expectativas sobre el crecimiento de la economía paraguaya indican un drástico ascenso en su consumo de energía. La creciente sed de energía del Paraguay – que según analistas optimistas acompañará un crecimiento económico hasta del 8.5%- obligaría al país sudamericano a importar electricidad a elevado costo, en vez de hacer uso de la producción doméstica.
La propuesta de RTA – una inversión de unos 4000 millones de USD – no contempla los gastos adicionales de la inversión en desarrollo de infraestructura en la zona que sumaría otros 100 millones de dólares. Como el equipo negociador de Francisco Franco no revela detalles sobre el andar de los acuerdos, se sobreentiende que estos 1000 millones correrían a cargo del presupuesto nacional del Paraguay.
Por otra parte las organizaciones de la sociedad civil llamaron la atención ante la reducida necesidad de mano de obra de RTA, ya que ésta apenas crearía unos 1200 empleos.
Según los integrantes de la campaña “No al Río Tinto Alcan” el expediente que presenta la multinacional en materia de derechos humanos, condiciones de trabajo e impacto medioambiental es más que alarmante.
RTA tiene graves denuncias sobre contaminación ambiental, violaciones de derechos humanos y laborales.
Críticas severas hacia la empresa surgieron por parte del gobierno de Noruega que prescindió de sus acciones en la compañía tras el proyecto de la mina Grasberg en Indonesia – considerado la actividad minera de RTA “éticamente cuestionable”, y denunciando el “inaceptable impacto medioambiental” de la Grasberg.
La presencia de RTA en Buganvilla llevó a la intoxicación del río Jaba, y a raíz del profundo descontento social provocado por abusos de derechos laborales a la crisis separatista de la isla. Los habitantes de Buganvilla se rebelaron contra la presencia de la empresa y su mano represora asociada, el Ejército de Indonesia que produjo la primera eco-revolución de la historia retratada en el documental “La revolución del coco” (The Coconut Revolution).
India también investiga el grupo Río Tinto por su presunta involucración en el asesinato de la activista de derechos humanos Sheshla Masood ocurrido el año pasado.
Paradójicamente la reputación internacional de Rio Tinto Alcan no pareció sufrir ningún impacto ante sus socios del negocio global – la empresa fue galardonada con el Premio Mundial de Desarrollo Sostenible, fundado por el multinacional del agro Tate and Lyle.
Río Tinto Alcan puso sus ojos en el Paraguay tras haber sido rechazado su proyecto por Brasil y Argentina.