El propósito del escrito no es sólo informar, también pretende estimular ideas innovadoras sobre la protección en materia de libertad de expresión de comunicadores, que muchas veces ponen su propia vida en juego cumpliendo con su deber informativo.
El informe pone de relieve que la impunidad es actualmente el principal obstáculo para que la libertad de expresión pueda desarrollarse correctamente en la región – un porcentaje muy bajo de los actos violentos cometidos contra comunicadores llegan a ser propiamente investigados y legalmente resueltos.
Los perpetradores de los crimines cometidos contra periodistas están íntimamente relacionados con aquellos que son responsables por la impunidad: Gobiernos y el crimen organizado.
Desde enero de 2010 hasta septiembre de 2012 fueron asesinados 74 periodistas en América Latina y el Caribe – solamente en 8 casos se dictaron sentencias de condena. A lo largo del mismo período 431 periodistas han sido víctimas de amenazas de muerte, unos 878 denunciaron agresiones físicas y 120 fueron procesados en base de denuncias formuladas en relación a su trabajo periodístico.
Es menester mencionar que la mayoría de las agresiones no se producen contra trabajadores de grandes corporaciones mediáticas, en mayor peligro encontraremos periodistas de medios de comunicación autigestionadas, comunitarias, de zonas rurales, donde el imperio de la ley en numerosos casos es pura ficción.
También se registraron tendencias de cancelación de frecuencias de radio y la restricción de la emisión de nuevas licencias para grupos mediáticos independientes.
Este año se celebra la segunda vez el Día internacional contra la Impunidad. La fecha no ha sido escogida al azar: el 23 de noviembre de 2009 32 periodistas fueron asesinados en Maguindanao, Filipinas en los sucesos que más tarde llegarían ser bautizados como “la masacre de Ampatuan”. (adital)