Los investigadores encabezados por el jurista español Aitor Martínez Jiménez presentaron una serie de evidencias que la investigación por parte de los organismos estatales no tomó en consideración, entre ellos un video y numerosas fotos.
El video que aparece en Youtube cubre los momentos claves cuando se efectúan los primeros disparos que llevaron a la masacre que acabó con la vida de 17 personas. En el filme de unos seis minutos de longitud se aprecia un grupo de campesinos congregados de manera poco organizada, rodeado de niños y mujeres, para entablar negociaciones con los uniformados con orden de desalojo. La versión de la Fiscalía dedujo que los efectivos policiales cayeron en una emboscada preparada por los sin tierra.
A contrario del informe presentado por parte del fiscal Rachid, que sostiene que fueron los campesinos los primeros en disparar utilizando armas de grueso calibre – en filmado los carperos aparecen sin empuñar sus escopetas en el momento de la balacera. Los disparos iniciales provienen de una locación diferente de la ubicación de los campesinos y policías congregados.
La cadencia y el sonido de las descargas fueron identificados como provenientes de armas automáticas, posiblemente fusiles de asalto M16 o M4. La cadencia de tiros es menor de 0.30 segundos, hecho que claramente apunta hacía armas automáticas. De este tipo de armas de fuego no disponían ni los campesinos ni los policías presentes en el acto.
Éstos últimos respondieron a los disparos con pistolas Berreta de 9mm-os, contra un objetivo erróneamente identificado – los campesinos agrupados para las negociaciones. Por parte de los campesinos no se percibe ningún disparo, aunque el examen balístico revela que uno de las 4 escopetas de perdigones posteriormente incautadas había sido descargada este día.
El documento elaborado por la plataforma de investigadores de las organizaciones internacionales en el primer lugar concluye que la balacera fue iniciada por francotiradores apostados en los flancos laterales del área de operaciones. Los disparos iniciales tardaron 9 segundos que más o menos corresponde al tiempo que tarda un M16 o M4 en vaciar su cargador de 30 balas. El video demuestra también que los francotiradores dispararon indiscriminadamente contra policías y campesinos.
En una secuencia de 30 fotos presentados por la Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos Campesinos se observa un ciudadano herido por arma de fuego que con la ayuda de un habitante de la zona intenta subir a una ambulancia. Las fotos dan testigo de la omisión de primeros auxilios por parte de la Policía Nacional ya que los uniformados impiden que el herido reciba atención medica – tras la intervención policial las puertas de la ambulancia se cierran y el automóvil se aleja del escenario.
Con las pruebas más arriba mencionadas en teoría la Fiscalía está obligada por ley a abrir una investigación contra los policías por denegación de auxilio, omisión del deber, al igual que no puede dejar de lado los hechos reveladores del filmado recientemente publicado.
Por ahora permanece abierta la pregunta si la Fiscalía reconsideraría la inclusión de las nuevas evidencias a su investigación sin lo que la competencia y la legalidad de sus actuaciones quedaría gravemente desacreditada.
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