Desde 1998, los británicosprohibían exportar a Buenos Aires bienes que pudieran desarrollar las fuerzas armadas de ese país, pero autorizaba la venta de productos que mantuvieran su capacidad, lo que equivalía en la práctica a permitir la venta de piezas de mantenimiento.
Pero, en una declaración escrita al Parlamento, Cable anunció nuevas restricciones “con efecto inmediato”.
“El Gobierno revisó esta reglamentación (de control de exportaciones) a la luz de recientes acciones por parte del gobierno argentino destinadas a dañar los intereses económicos de los habitantes de las Falklands (denominación británica de las Malvinas)”, escribió.
Las nuevas restricciones incluyen la no concesión de licencias de exportación para cualquier bien o tecnología de uso militar o de doble uso, militar y civil, destinado a las fuerzas armadas argentinas, “salvo en circunstancias excepcionales”.
“Estamos decididos a asegurarnos de que ningún producto de exportación o comercio británico tiene el potencial de ser utilizado por Argentina para imponer un bloqueo económico a los habitantes de las Falklands o inhibir sus derechos legítimos a desarrollar su propia economía”, agregó.
La medida podría aumentar todavía más la tensión entre Argentina y el Reino Unido, inmersos desde hace unos meses en una escalada verbal a propósito de la soberanía del archipiélago ocupado por los británicos desde 1833 y reclamado por la nación sudamericana. (emol)