Los rehenes que pueden ser liberados son cuatro militares y seis policías que perdieron su libertad entre 1998 y 1999.
El pasado lunes, Córdoba se reunió con representantes del ministerio de Defensa, del gobierno de Brasil y del Comité Internacional de la Cruz Roja para elaborar el protocolo de la liberación y enviarlo al grupo rebelde para que dé inicio al proceso.
En febrero, las FARC anunciaron que liberarían a los militares que siguen en su poder y que renunciaban al secuestro, una medida que fue calificada por el presidente, Juan Manuel Santos, como como un “paso importante pero no suficiente”.