Dilma Rousseff, C. Kirchner y Peña Nieto en el G20

La última cita del G20, la que ha tenido lugar en San Petersburgo, ha servido para mostrar cómo los tres países latinoamericanos participantes (México, Brasil y Argentina) llevan sus propias agendas a la cumbre. Además, cada uno de ellos trata de hacer de estas reuniones un escaparate para posicionarse ante la comunidad internacional, en esta ocasión por el conflicto de Siria.

La de Rusia fue la primera experiencia para Enrique Peña Nieto, la cuarta para Dilma Rousseff y la sexta paraCristina Kirchner, la única de los tres que asiste desde la creación de este foro en 2008.

México vende sus reformas

El debutante en este tipo de citas era el mexicano Enrique Peña Nieto. Y la ha utilizado para presentar a la comunidad internacional su proyecto reformista que incluye cambios en materias educativa, energética y fiscal.

Así, adelantó a los líderes del Grupo de los 20, que la reforma hacendaria que enviará al Congreso de la Unión los próximos días fomentará la formalidad de la economía, fortalecerá el federalismo y aumentará la transparencia en el ejercicio de los recursos públicos.

“En la materia tributaria quiero enfatizar que, la coordinación internacional puede desempeñar un papel fundamental para fortalecer los ingresos públicos y la estabilidad económica”, sostuvo el mandatario.

En Twitter aseguró que en  “este marco, compartí la agenda de reformas transformadoras que impulsa México”.

El México de Peña Nieto ha tratado además de hacer un difícil equilibrio: mantener la cercanía con su principal aliado, EEUU, y a la vez ser crítico con algunas de las decisiones de la administraciónObama.

En el tema de la intervención en Siria fue muy cauto ya que si por un lado no aceptó la intervención unilateral (“México claramente tiene una posición de respeto al orden internacional y también a lo que nuestra constitución prevé, que es precisamente estar de acuerdo con lo que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas determine, es un tema que tiene que ser valorado por las Naciones Unidas y por su Consejo de Seguridad y que a partir de la definición que tenga este consejo es sobre cómo se habrá de fijar la posición de nuestro país”)…

…por el otro condenó al régimen de Al Assad: “Nosotros estamos en favor, primero, de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas haga una valoración, pero coincidimos en condenar el clima de violencia, el uso de armas químicas y la definición o el acuerdo que Naciones Unidas, a través de su Consejo de Seguridad, deba determinar para poner un freno a esta condición”.

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