Según las fuentes, la policía irrumpió el pasado viernes en el Cine Ritz, en pleno centro de Casablanca, y detuvo no solo a los espectadores, sino también al gerente, la cajera y la acomodadora del local.
La historia fue recogida hoy por la prensa marroquí, y el diario “Al Ajbar” precisó que se trata de 50 hombres y mujeres, entre ellos personas casadas, que fueron arrestados dentro del cine “en situaciones obscenas que atentan contra la moral pública y faltan a la ética”.
La policía había establecido un dispositivo de vigilancia sobre el cine tras haber recibido denuncias de los habitantes del barrio donde está situado el cine, explicó el mismo diario.
Asimismo, el diario subrayó que los 50 detenidos reconocieron los hechos ante la policía judicial y pasaron todos a disposición de la Fiscalía General de la ciudad.
La legislación marroquí castiga cualquier ultraje a la moral pública con actos obscenos con una pena de entre un mes y dos años y una multa de hasta 500 dirhams (unos 45 euros, 60 dólares).
El pasado viernes la policía realizó otra redada, también en Casablanca, contra un lugar donde presumiblemente se atenta contra las buenas costumbres, al detener a cerca de 40 personas (10 de ellos clientes extranjeros) en un restaurante se consume el “narguile” o pipa de agua.
Según el diario “Ajourd’hui le Maroc”, también en este caso los vecinos se habían quejado de que el lugar se hubiera convertido “en un foco de libertinaje que atenta contra la buena reputación” de este complejo que está entre los más exclusivos de la ciudad. EFE
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